Subscribe to our Newsletter!
By subscribing to our newsletter, you agree with our privacy terms
Home > IoT > Monitoreo de recursos > Los sistemas de iluminación en red y HAVC ayudan a ahorrar energía
agosto 31, 2023
El potencial de ahorro energético de los controles de iluminación en red (NLC) sigue sin explotarse. Esta es la conclusión de un estudio del DesignLights Consortium (DLC), que también recomienda revisar los modelos de incentivos a la eficiencia energética para aprovechar todas las ventajas de la iluminación controlada.
El consorcio define NLC como la combinación de sensores, interfaces de red y controladores que realizan cambios en la iluminación, pero no incluye las propias luminarias. Los sistemas NLC pueden ser inalámbricos, con radios integradas en los dispositivos conectados entre sí, o con cables que conectan los componentes de control de la red.
El DLC señala que, aunque investigaciones anteriores han demostrado que la instalación de NLC con diseños de iluminación LED puede aumentar el ahorro potencial de iluminación en un 50% de media y ofrecer también una serie de beneficios no relacionados con la energía, los NLC se instalan en menos del 1% de los sistemas de iluminación comercial en Estados Unidos, por ejemplo.
“Los sistemas LED de primera generación están llegando al final de su vida útil, y se está planificando la sustitución por sistemas LED de segunda generación en oficinas, edificios industriales y otros locales comerciales de todo el país, por lo que es importante comprender el potencial de ahorro energético de los NLC en un mundo en el que la descarbonización es una prioridad”, afirma Christina Halfpenny, directora ejecutiva y consejera delegada de DLC.
El estudio DLC presenta el potencial técnico y económico de los sistemas NLC para la iluminación de edificios comerciales e industriales de aquí a 2030 y cómo los servicios y programas públicos deberían fomentar la iluminación conectada.
Citando el caso de Estados Unidos, el informe muestra que el país estima que los LED representarán el 88% de todos los sistemas de iluminación instalados en edificios comerciales en 2030 -en 2017, la proporción rondaba el 26%-, pero que solo el 14% de los sistemas de iluminación estarán conectados y controlados. Se trata de una proyección posiblemente optimista. Además, investigaciones anteriores de DLC han demostrado que, aunque se espera que el ahorro de energía proporcionado por NLC ascienda a 34 teravatios hora (TWh) en 2035, una promoción agresiva de este tipo de sistemas podría duplicar esa cifra.
Las razones del retraso en la adopción de las NLC son variadas, dice el informe de DLC, pero una barrera importante es la preocupación por el coste inicial de las instalaciones y el retorno de la inversión. Lo que dificulta la comprensión de los verdaderos beneficios económicos de los CNE es el hecho de que, si bien algunas evaluaciones de la eficiencia energética ahorrada por los CNE son precisas, casi ninguna tiene en cuenta el posible ahorro de energía que supone la integración de la iluminación con otros sistemas del edificio, como la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado (HVAC).
Gran parte del ahorro energético podría lograrse utilizando sensores de ocupación en los sistemas de iluminación para reducir el consumo de energía de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado en los espacios desocupados.
Las conclusiones de un estudio realizado en instalaciones de los estados norteamericanos de Arizona y Connecticut en el que se evaluaba la integración con los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado resultaron especialmente convincentes, informa el consorcio. La investigación reveló que el ahorro asociado a los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado justifica el potencial de ahorro energético de la iluminación, especialmente en grandes oficinas e instalaciones comerciales, centros sanitarios y otros edificios que son grandes consumidores de energía. Sin el ahorro de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, el ahorro de la iluminación por sí sola no estaría justificado económicamente.
El potencial de eficiencia energética asociado a los CEN es significativo. En el escenario más optimista, el estudio encontró reducciones en el consumo de electricidad en edificios comerciales en 2030 de casi el 10% en Connecticut y el 5% en Arizona. Además, el estudio concluyó que los NLC podrían reducir la demanda máxima en 2030 en un 1,8% en Connecticut y un 0,7% en Arizona, mientras que la integración con los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado podría reducir el consumo de gas natural en 2030 en un 1,3% y un 0,5% en Connecticut y Arizona respectivamente.
En resumen, para conseguir el máximo ahorro energético a largo plazo, tenemos que cambiar los paradigmas que incentivan los resultados del primer año y los objetivos a corto plazo. Apoyar la adopción de sistemas integrados de CNE también requerirá programas de incentivos personalizados, asistencia técnica y educación de los clientes.
marzo 06, 2023
febrero 22, 2023
enero 20, 2023
Previous
Next
IoT y los satélites son grandes aliados para acelerar las acciones sostenibles