Las soluciones inteligentes para edificios generarán 328.600 millones de dólares anuales de aquí a 2029

Sheila Zabeu -

enero 18, 2023

A partir de 2023, se espera que surjan nuevas aplicaciones de las tecnologías para hacer más inteligentes los edificios. Según un estudio de Fortune Business Insights, además de una normativa gubernamental más estricta en todo el mundo y la preocupación por los elevados costes energéticos, medioambientales y de sostenibilidad, la mayor adopción de soluciones de Internet de las Cosas (IoT) y los avances en Inteligencia Artificial (IA) estimularán la demanda de soluciones para edificios inteligentes, dibujando un mercado valorado en 328.600 millones de dólares para 2029, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 22,2% entre 2021 y 2029.

En regiones como Estados Unidos y Europa, los propietarios de edificios están siendo presionados por los organismos reguladores para que reduzcan el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero de sus instalaciones, y por ello está cobrando fuerza una tendencia a la electrificación denominada “Electrify Everything” (Electrificarlo todo), que recientemente ha empezado a prohibir las nuevas instalaciones de gas natural centradas en la calefacción de espacios y el suministro de agua caliente.

“Un edificio totalmente eléctrico no sólo requiere un plan de sostenibilidad viable, sino también una estrategia de supervisión inteligente. También requiere pensamiento creativo, inversión en tecnologías y un esfuerzo holístico. Promover estos cambios puede parecer prohibitivo, pero existen soluciones que pueden reducir significativamente los gastos de funcionamiento y ayudar a disminuir las emisiones de carbono”, afirma Udaya Shrivastava, vicepresidente y director tecnológico de Honeywell, proveedor de tecnologías de control de edificios.

Según Honeywell, que presentó recientemente su visión sobre las tendencias que ayudarán a configurar edificios más sostenibles, seguros y centrados en el confort y la comodidad de los ocupantes, otro ámbito que necesita inversión es el de la ciberseguridad. La Internet de los objetos sigue uniendo y combinando sistemas de tecnología operativa (OT) y de tecnología de la información (IT), ampliando las superficies de los ciberataques, que son cada vez más frecuentes y sofisticados. Por lo tanto, contar con recursos de ciberseguridad aumentados por la IA será fundamental, incluso para automatizar los sistemas de control de edificios en un escenario con escasez de profesionales especializados.

Además, también hay que automatizar los edificios para que sean más eficientes energéticamente y sostenibles. En estos esfuerzos, los sistemas de gestión de edificios pueden basarse en herramientas de IA/ML para automatizar y optimizar las operaciones, identificando escenarios de derroche y presentando el mejor equilibrio entre la ocupación actual del edificio, las condiciones climáticas y el precio de los servicios públicos.

“Se ha hecho imperativo que los propietarios de edificios introduzcan cambios para controlar el impacto de sus emisiones de carbono. Para ello, necesitan datos más cualificados sobre sus operaciones”, afirma Manish Sharma, vicepresidente y director general de edificios sostenibles de Honeywell.

Al considerar los edificios en el contexto más amplio de las ciudades, Honeywell señala que será necesario desarrollar la resistencia energética ante fenómenos meteorológicos más extremos y frecuentes. Las comunidades tendrán que desplegar soluciones para responder mejor a los cortes de electricidad, especialmente cuando afecten a infraestructuras críticas como hospitales y sistemas de control del tráfico. Las microrredes y los sistemas de almacenamiento de energía en baterías con estrategias de control adaptativo en tiempo real ayudarán a las ciudades y comunidades a seguir prestando servicios esenciales durante y después de las catástrofes.

Por qué son importantes los edificios inteligentes

En un mundo cada vez más preocupado por las cuestiones de sostenibilidad, los edificios son una pieza importante del rompecabezas, tanto en la fase de construcción como en la de funcionamiento. Del total mundial de emisiones de CO2, el 40% son generadas por los edificios, con un 27% procedente de la esfera operativa, mientras que los materiales de construcción y las infraestructuras (comúnmente denominados carbono integrado) representan el 13% adicional.

La descarbonización de los edificios encierra un enorme potencial. Según McKinsey, el sector inmobiliario busca descarbonizar sus activos y crear fuentes de valor aumentando la eficiencia energética y sustituyendo los sistemas de calefacción de combustibles fósiles por soluciones de bajas emisiones. El gasto medio en activos físicos podría alcanzar los 1,7 billones de dólares anuales entre 2020 y 2050. Además, la descarbonización de los edificios podría suponer una ganancia neta de alrededor de medio millón de empleos directos de aquí a 2050.