Tailandia estudia la compra directa de energía limpia por los centros de datos

Renewable energy
Sheila Zabeu -

julio 11, 2024

Un proyecto piloto anunciado por el Consejo Nacional de Política Energética de Tailandia permitirá a los centros de datos comprar energía renovable directamente a los generadores. Según el Bangkok Post, la medida responde a las peticiones de inversores extranjeros, especialmente operadores de centros de datos que consumen mucha energía, e incluye la posibilidad de acuerdos de compra directa (PPA) para gestionar mejor los costes energéticos.

El secretario permanente del Ministerio tailandés de Energía detalló que los acuerdos de compra directa de energía superarán los 2.000 megavatios. Una comisión reguladora estudiará las repercusiones negativas que los contratos podrían tener en los usuarios de energía, tanto domésticos como empresariales, ya que Tailandia sólo ha utilizado hasta ahora un único sistema de adquisición, que exige que la energía producida a partir de fuentes renovables se venda a la autoridad generadora de electricidad tailandesa y a las agencias estatales de distribución.

Tailandia está llevando a cabo otros proyectos piloto para desarrollar una red energética más avanzada con la introducción de fuentes renovables. Se espera que la energía solar represente más del 80% de las fuentes renovables. Además, Tailandia pretende explorar la bioenergía a partir de materias primas derivadas de la biomasa, el biogás y los biocombustibles.

Hay controversias en torno a los CAE

Los llamados PPA (Power Purchase Agreements) han atraído la atención de los operadores de centros de datos por su potencial contribución a la definición del mix energético y a los esfuerzos de sostenibilidad de estas instalaciones. Para hacernos una idea, la capacidad de energía renovable contratada por las empresas a través de PPA en todo el mundo en 2012 era de apenas 0,3 gigavatios. En 2023, era de 46 gigavatios.

Las BigTech son desde hace unos años grandes compradoras de energía procedente de fuentes renovables. En 2023, siguieron contribuyendo al crecimiento del mercado de PPA, siendo Amazon el principal comprador corporativo de energía limpia por cuarto año consecutivo entre un grupo de más de 200 empresas monitorizadas por BNEF, seguido de Meta, LyondellBasell y Google. El año pasado, Amazon anunció 8,8 GW de PPA en 16 países. La cartera de energía limpia de la empresa ascendió a 33,6 GW, la mayor capacidad en los mercados belga y chileno.

Más recientemente, en mayo de 2024, Microsoft firmó el mayor PPA de energía renovable, con un total de más de 10,5 gigavatios de capacidad en Estados Unidos y Europa. Está previsto que la construcción de los proyectos comience en 2026 y su coste supere los 11.500 millones de dólares. Según Microsoft, este PPA es casi ocho veces mayor que cualquier otro que implique energía renovable para uso corporativo.

Hay quien dice, sin embargo, que hay demasiado marketing en torno a los PPA y su capacidad para hacer que los centros de datos sean más ecológicos y sostenibles. Un artículo de opinión de Max Schulze, fundador de la Alianza para una Infraestructura Digital Sostenible, organización que trata de presentar una vía por la que el crecimiento digital y la sostenibilidad medioambiental vayan de la mano, señala que los PPA ayudan sin duda a financiar nuevas fuentes de energía renovable, pero solo porque hay una recompensa económica, es decir, menores costes energéticos.

El artículo explica que cada generador de energía renovable produce dos resultados: electricidad y garantías de origen (certificados verdes), pero esto no difiere de un contrato tradicional de energía “verde”. La diferencia es que, en el caso de los PPA, es posible desagregar las garantías de origen de, por ejemplo, el parque eólico que genera la energía renovable y utilizarlas para compensar las emisiones de la energía procedente del carbón adquirida en otro lugar.

En otras palabras, los PPA pueden crear la ilusión de que los centros de datos utilizan fuentes de energía renovables 24 horas al día, siete días a la semana y que, por tanto, son más sostenibles desde el punto de vista medioambiental, simplemente porque hay un parque eólico o solar funcionando en algún lugar y generando certificados que hay que comprar. No hay necesariamente una mejora física real.