Google crea un método para reducir el consumo energético de los centros de datos

New carbon-intelligent computing platform
Sheila Zabeu -

octubre 23, 2023

Google ha desarrollado una forma de reducir el consumo energético de sus centros de datos cuando se produce una gran tensión en la red eléctrica local. La idea es trasladar algunas tareas informáticas no urgentes a otros lugares y momentos, sin que ello repercuta en los servicios ofrecidos.

Según el blog de Google, la empresa ya utiliza desde 2020 una plataforma informática inteligente en materia de carbono para transferir tareas y, en consecuencia, el consumo de energía asociado a ellas a los lugares donde se dispone de fuentes de energía libres de carbono. Ahora, esta capacidad de respuesta a la demanda se está aplicando para reducir temporalmente el consumo de energía en los centros de datos y aliviar la demanda energética de las redes eléctricas locales sobrecargadas.

Ahora, cuando Google recibe un aviso del operador de la red eléctrica, por ejemplo, sobre un fenómeno meteorológico que podría causar inestabilidad en el suministro eléctrico, se activa un algoritmo que genera instrucciones cada hora para que determinados centros de datos limiten las tareas informáticas no urgentes y las reprogramen una vez pasado el fenómeno. Cuando es factible, algunas de estas tareas se redirigen a centros de datos bajo una red eléctrica diferente. Según Google, todo esto se hace sin hardware adicional y sin afectar al rendimiento de sus servicios.

Para Google, se trata de un enfoque alternativo a la creciente demanda de energía. Hasta ahora, la principal solución ha sido añadir más capacidad a las redes eléctricas, que suelen ser responsables de más emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, Google señala estudios recientes que demuestran que el concepto de respuesta a la demanda puede ayudar a reducir la necesidad de invertir en nuevos recursos de combustibles fósiles, apoyando el crecimiento de fuentes de energía renovables variables como la solar y la eólica.

“Al desarrollar un nuevo enfoque de la respuesta a la demanda en todos nuestros centros de datos y allanar el camino para que otros hagan lo mismo, estamos colaborando para aportar importantes beneficios a las redes eléctricas”, afirma Google en su blog.

Este enfoque ya se ha puesto a prueba en varios lugares donde opera Google. Durante el invierno pasado en Europa, para apoyar los esfuerzos de toda la región por reducir el consumo de energía, se aplicaron medidas como reducciones diarias del consumo de energía durante los periodos punta en centros de datos de los Países Bajos, Bélgica, Irlanda, Finlandia y Dinamarca. Google adoptó medidas similares en Taiwán durante los periodos de lanzamiento de 2022 y 2023 y en Oregón, Nebraska y la región sureste de Estados Unidos durante las recientes olas de calor y tormentas invernales.

Cómo funciona en la práctica el concepto de respuesta a la demanda

El concepto de respuesta a la demanda se basa en incentivos para equilibrar la demanda en las redes eléctricas, desplazando el consumo hacia donde las fuentes de energía son más abundantes o la demanda es menor. Estos incentivos suelen adoptar la forma de tarifas más bajas o ventajas monetarias.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), esta flexibilidad será cada vez más importante a medida que las redes dependan progresivamente de fuentes de energía variables, como la eólica y la solar.

La AIE subraya que el apoyo a la regulación y la aplicación del concepto de respuesta a la demanda ha crecido en los últimos años, pero el ritmo de adopción de políticas y tecnologías debe acelerarse si se quiere llegar a cero emisiones netas en 2050.

Las tecnologías digitales, como las empleadas por Google, tienen un papel clave que desempeñar en la automatización del sistema de respuesta a la demanda mediante sistemas conectados que aprovechen el creciente potencial de los recursos energéticos distribuidos, como los paneles solares.

Directivas en Europa

Según la Directiva de Eficiencia Energética revisada de la Comisión Europea, que ya está en vigor, los propietarios y operadores de centros de datos con una capacidad informática instalada mínima de 500 kW deben hacer público su rendimiento energético: los datos correspondientes a 2023 deben comunicarse antes del 15 de mayo de 2024. Los nuevos parámetros deberán definirse antes de diciembre de 2023, tras una consulta pública.

Según la comisión, los centros de datos representaron el 2,7% del consumo de electricidad en 2018 en toda la región y podrían alcanzar el 3,2% en 2030, dependiendo de las tendencias actuales y si no se hace nada para reducir el consumo.