Francia y China lanzan constelaciones de satélites para el Internet de las Cosas

Kineis nano-sat
Sheila Zabeu -

junio 12, 2024

Dos países avanzan en sus iniciativas de conectividad por satélite para el Internet de las Cosas (IoT). En Francia, el operador Kinéis lanza la primera constelación europea dedicada al IoT, compuesta por 25 nanosatélites. En China se lanzaron cuatro nuevos satélites a finales de mayo. Según el South China Morning Post, a finales de año la constelación china Tianqi contará con 38 pequeños satélites para la conectividad de dispositivos inteligentes, y se prevé ampliarla para incluir aplicaciones militares.

En el escenario francés, la puesta en órbita de los cinco primeros satélites de Kinéis está prevista para el 18 de junio de 2024 desde Nueva Zelanda. Esta fase de lanzamiento se produce cuatro años después de que la empresa obtuviera 100 millones de euros de financiación. Será el 50º lanzamiento del Electron, propiedad de la empresa estadounidense de origen neozelandés Rocket Lab, que realiza vuelos regulares con este vehículo desde 2017.

Los lanzamientos necesarios para desplegar la constelación Kinéis están previstos entre junio de 2024 y principios de 2025. Según la empresa, se trata de una primicia en el sector espacial francés. Con la futura constelación de 25 nanosatélites, Kinéis pretende conectar objetos en cualquier parte del mundo, incluidos los puntos negros, y transmitir datos casi en tiempo real.

Kinéis opera en el mercado mundial, con filiales en Estados Unidos, Brasil y Singapur, en ámbitos que plantean grandes retos, como la prevención de riesgos naturales, las actividades agrícolas, la vigilancia de infraestructuras y redes eléctricas, el transporte y la logística, las operaciones marítimas comerciales y la ciencia.

Caso chino

La constelación china Tianqi está siendo construida y operada por Guodian Gaoke, una empresa espacial comercial privada china y proveedora de soluciones IoT con sede en Pekín. Los cuatro satélites Tianqi 25-28 fueron lanzados por la empresa de cohetes Galactic Energy desde una plataforma móvil frente a la costa de la provincia de Shandong, en el este de China, hacia una órbita a 850 kilómetros de la superficie terrestre.

Comparado con las dos docenas de satélites Tianqi ya en órbita, el último lote tiene más estabilidad y mayor velocidad de comunicación, con una cobertura global de 10 minutos, según Guodian Gaoke.

Según Global Times, la constelación Tianqi se utiliza actualmente en agricultura, respuesta a emergencias, turismo, recursos hídricos, electricidad, petróleo, marina, medio ambiente ecológico y ciudades inteligentes, entre otros sectores. También está avanzando en el segmento de la electrónica de consumo, como teléfonos móviles, automóviles, dispositivos vestibles y kits de emergencia.

Más allá del lanzamiento de satélites, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino ha concedido a Guodian Gaoke una licencia para llevar a cabo actividades de radiocomunicación espacial a través de su constelación de satélites, en una medida que debería apoyar el desarrollo aeroespacial comercial de China. El Ministerio también declaró al periódico que pretende optimizar aún más el uso de las frecuencias de radio por satélite y los recursos orbitales para impulsar el ecosistema chino de IoT por satélite.

Además de Guodian Gaoke, otras iniciativas chinas están desarrollando constelaciones de satélites para el Internet de las Cosas (IoT). Una de ellas, el proyecto conocido como Guo Wang, se creó en 2021 y puede considerarse la respuesta china a Starlink. Las especulaciones sobre los motivos de la financiación de este proyecto son diversas, entre ellas la expansión china por el continente africano. Se espera que la constelación sume hasta 13.000 satélites. Guo Wang está al frente de la empresa SatNet, creada por la SASAC (Comisión de Supervisión y Administración de Activos Estatales de China).

Una de las razones por las que el proyecto de Guo Wang puede estar cobrando importancia ahora es el éxito de Starlink. A pesar de su exitosa trayectoria, la empresa de Elon Musk aún no ha logrado una cobertura mundial completa, y ahí puede estar el objetivo de China: conquistar parte de un mercado sin explotar, en concreto amplias zonas de África que aún no disfrutan de los servicios de Starlink.

Además de la oportunidad comercial, el proyecto Guo Wang puede funcionar en zonas rurales del continente africano y contribuir así a ejercer lo que se conoce como poder blando en política internacional, es decir, la capacidad de cooptar en lugar de coaccionar, configurando las preferencias. Así, en el futuro, los países africanos tenderán a optar por la constelación de satélites chinos para acceder a Internet, en lugar de los proveedores occidentales.

Competidor GPS

Un reportaje de Global Times también destacó la rápida transformación del sector aeroespacial comercial chino, que está abrazando crecientes oportunidades de negocio más allá del Internet de las Cosas. La Asociación China del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) y Servicios Basados en la Localización (LBS) publicó el pasado mayo un documento en el que se analizaba el desarrollo de la industria china de servicios de navegación y posicionamiento por satélite, que alcanzó un valor de 74.200 millones de dólares en 2023, lo que supone un aumento del 7,09% respecto al año anterior.

El Sistema de Navegación por Satélite BeiDou (SDS), un sistema nacional de navegación por satélite desarrollado en China y competidor directo del GPS desarrollado por el Departamento de Defensa del gobierno estadounidense, tuvo un uso medio diario de más de 600.000 millones de veces en 2023, según el informe. El año pasado, las ventas de dispositivos equipados con el sistema chino superaron los 400 millones de unidades, de los cuales 276 millones eran smartphones, en línea con la rápida transformación digital de diversos sectores de actividad.

En diciembre, China lanzó dos nuevos satélites para uso del BDS-3 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en la provincia de Sichuan (suroeste del país).